''LA CASA VACÍA'', RIPOLL
- NEREA RODRÍGUEZ
- 24 mar 2020
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 25 mar 2020
No habita nadie bajo el techo de esta casa vacía,
ni el zumbido de las palabras
que brotaran de la complicidad
con el miedo y la noche
resuena entre sus muros.
No queda ni el perfume de las rosas
que vagaba en el aire
invitándome a un sueño envenenado
por la sustancia misma de la flor.
Ni siquiera la punzada monótona
de la noche y el miedo
contra mi corazón
vuelve a latir ahora.
¿Dónde la voz intrusa
que me llamaba en el relámpago
desde un rincón sin nadie?
¿No vibra su incisivo filamento
ni en la memoria de su eco?
¿Quién clama en el silencio a las palabras
para tapar el hueco de la muerte?
¿Quién es muerte o palabra
en esta casa del vacío?
Me adentro en la penumbra
de las habitaciones
mientras tanteo la nada,
buscando un roce en la materia,
un tropiezo carnal,
un rostro antiguo,
una señal que me confirme
en las ruinas del recuerdo.
Solo un espacio huérfano me envuelve
en la oquedad de mi propia figura,
nieve deshecha entre las manos:
la memoria
vacía
como esta casa.
Comentarios